MADRID.- El pasado mes de octubre, aprovechando el desfile de las Fuerzas Armadas, TVE estrenaba en La 1 el programa Audiencia Abierta,
un espacio en el que informar sobre Casa Real, su agencia oficial y los
acontecimientos más importantes que rodeasen a la Familia Real.
Presentado por Ángeles Bravo, el programa ya lleva cinco meses en antena y no ha dado síntomas de mejora
en la parrilla de la pública, manteniendo una media de un 6,7% de cuota
en la mañana de los sábados. Lo más relevante de su contenido es que
está permitido hablar de Urdangarin y su vinculación con el caso Nóos,
pero nunca se ha pronunciado el nombre de Corinna en sus guiones, según 'Vanitatis'.
No
parece que los hechos más polémicos de la Familia Real afecten a su
audiencia ya que los hechos más morbosos nunca han sido sacados del
cajón. El pasado 21 de noviembre, el Rey era intervenido de la cadera y el programa hacía un intenso seguimiento del caso. Su ingreso no movilizó a los espectadores, 422.000 vieron el programa, marcando una cuota de un 6,3%. Lo mismo ocurría el fin de semana del 2 de marzo: El Rey volvía a ser ingresado y el programa marcaba su mínimo histórico, un 4,8%.
Dejando
a un lado la edición del 22 de diciembre, a continuación del Sorteo
Extraordinario de Lotería (arrastró un 17,1% de cuota y 1.464.000
espectadores) su programa más visto fue el del 17 de noviembre
(7,8% y 596.000 espectadores), cuando se celebró la Cumbre
Iberoamericana de Cádiz, un hecho no tan relevante como para hacer subir
la audiencia. Otra de sus ediciones más vistas fue el 29 de diciembre,
cuando se analizó su mensaje navideño.
Audiencia Abierta se ha atrevido a hablar del “desgaste institucional de la Corona”, de la imputación del Secretario de las Infantas, Carlos García Revenga,
o de la visita de Urdangarin al Rey al hospital, que causó
“expectación, sorpresa y algunas críticas”, según el programa. Sin
embargo, otros temas han pasado por su escaleta sin pena ni gloria. La
desaparición de Urdangarin de la web de Casa Real, la retirada de la calle
de los Duques de Lugo de Palma, los correos electrónicos de Diego
Torres o las apariciones en la prensa nacional e internacional de
Corinna zu Sayn-Wittgenstein no han ocupado ni unos segundos en el
programa. Sí lo hicieron la declaración de Urdangarin a favor de la infanta Cristina o la posible abdicación del Rey tras la decisión de la Reina de Holanda.
Las apariciones de Casa Real en televisión cada vez interesan menos. El discurso del Rey
en Nochebuena fue uno de los menos seguidos de la historia. Marcó un
18,1% en La 1, con 1.946.000 espectadores. En total, 5.511.000 personas
vieron las palabras del monarca, el peor dato de los últimos 15 años de reinado. Unos días más tarde, Don Juan Carlos sorprendía a la audiencia con su primer ‘encuentro’ en una cadena de televisión
para conmemorar su 75 aniversario. El encargado de hacer las preguntas
era Jesús Hermida. El programa se quedó como tercera opción de la noche,
con un 11,5% de cuota de pantalla y 1.889.000 espectadores. Su
repetición en Audiencia Abierta, que aumentaba su duración con
una edición especial, llevó al programa a mínimo histórico de
espectadores. Sólo 277.000 personas (4,9%) siguieron esta emisión. La media de la pública se mueve en marzo en torno a un 10,9%. El pasado sábado cerró con un 9%.
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