MADRID.- De imagen siempre impecable, el príncipe Felipe de España, presentado por el rey Juan Carlos como el heredero al trono "mejor preparado de la historia", cumple este miércoles 45 años decidido a seducir a los españoles en un momento en que la monarquía pasa por su momento más bajo.
Por ahora, su padre, de 75 años, no parece tener
ninguna intención de abdicar como acaba de hacer, con la misma edad, la
reina Beatriz de Holanda para dejar el trono a su hijo Guillermo
Alejandro.
Una fuente de la Casa Real española recuerda que Juan
Carlos I volvió a insistir hace poco en su "energía" y su "ilusión" para
seguir afrontando los retos a que se enfrenta el país.
Sin
embargo el monarca, que fue sometido recientemente a varias operaciones
de cadera, de rodilla y de un tendón de Aquiles, además de la
extirpación de un tumor benigno en el pulmón en 2010, da cada vez mayor
protagonismo al príncipe Felipe.
"Podemos tener confianza,
seguridad y, sobre todo, sabemos que tenemos ahí a alguien preparado",
insistió durante una entrevista en la televisión pública con motivo de
su cumpleaños.
Juan Carlos alabó a su hijo como un hombre "de una gran honestidad intelectual, muy preparado, muy trabajador".
Por
su parte, el príncipe de Asturias, educado desde pequeño para subir al
trono, no escatima esfuerzos para seducir a la opinión pública, formando
una familia modélica con su esposa Letizia, experiodista de televisión,
y sus dos hijas Sofía y Leonor.
Su deseo es "adaptar y adecuar la
institución a los tiempos que vivimos en cada momento, impulsando un
proyecto que une nuestra historia con el futuro, que engarza nuestra
tradición a un espíritu de vanguardia y progreso", aseguró durante un
discurso en 2011.
El heredero de la corona fue el miembro de la
familia real que realizó más actividades oficiales en 2012, pese a no
beneficiarse aún de la legitimidad de su padre en un país donde muchos
se declaran más "juarcarlistas" que monárquicos.
Juan Carlos I,
que subió al trono dos días después de la muerte del dictador Francisco
Franco en 1975, ganó una gran popularidad por su rol en la transición
democrática.
Con ocasión de su 75 cumpleaños, el 5 de enero, la
televisión española pasaba en bucle las imágenes del rey ordenando a las
tropas que volviesen a los cuarteles durante el intento de golpe de
Estado del 23 de febrero de 1981.
"La monarquía volvió a España en
1975 porque la nación la consideraba útil", escribía el diario El País
en un número especial dedicado al príncipe Felipe. Pero "cualquier
mancha en su imagen puede resucitar el republicanismo", advertía.
La
imagen del rey se ha visto eclipsada por varios escándalos, entre ellos
un caso de presunta corrupción que implica a su yerno, Iñaki
Urdangarin, y llegó hasta el secretario personal de las hijas del
monarca, Carlos García Revenga, citado a declarar ante el juez en
febrero.
En abril, el monarca se tuvo que disculpar ante el país
tras conocerse que había ido a cazar elefantes en Botsuana mientras los
españoles sufren los estragos de la crisis.
Desde entonces, el
apoyo a la monarquía cayó a un mínimo histórico de 54%, según un sondeo
publicado en enero por el diario El Mundo.
Por lo tanto, sería una
mala idea abdicar a favor de Felipe ahora "con el caso Urdangarin en
suspenso y sin que todavía el príncipe haya roto la muralla que le
separa del pueblo", considera Pilar Urbano, escritora especializada en
la monarquía española.
En su opinión, "Letizia representa la
oportunidad de socializar la monarquía, que sigue siendo de balcón, de
protocolo, de trono".
"Estaría bien encontrarse a los príncipes en la
rebajas", concluye.
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