(...) Pánico, pues, en la Zarzuela por las
últimas declaraciones de la princesa Corina, arrogándose su
intervención en operaciones secretas y clasificadas del Gobierno de
España, en tiempos de Zapatero (portavoces de Rajoy han desmentido toda
relación con esta princesa, presunta amante del Rey).
Algo (...) le va a ocurrir al Rey Juan Carlos en la Zarzuela, tras conocerse que su amante o su
“amiga entrañable” ha declarado al diario El Mundo que ella ha
colaborado con el Gobierno de España en cuestiones, secretas o
confidenciales y “clasificadas”, lo que ha provocado estupor en el
entorno del Rey y del Gobierno, desde donde se han apresurado a decir
que “este Gobierno” –el de Rajoy- no tiene ningún tipo de colaboración
con la princesa Corinna, “pero de otros no le puedo decir”. Lo que
indica que de ser ciertas sus afirmaciones sobre su asesoría al
Ejecutivo español y su colaboración en temas secretos y confidenciales,
ello ocurrió de la mano del Rey y en tiempos del presidente Zapatero.
Con lo que ya tenemos otra vez a Rubalcaba preso de la herencia de
Zapatero (y cuando el PSC se dispone a votar a favor de la
autodeterminación de Cataluña) y sin poder rechistar sobre Corinna. Y
ello en el momento en el que en el seno del PSOE
se está pensando en serio en pedir la abdicación del Rey, pública o
discretamente, a la vista de los escándalos que afectan al monarca, el
de Urdangarin y el de Corinna, y este último de la mayor gravedad a la
vista de las declaraciones de la princesa.
Las declaraciones de la princesa alemana al parecer han sorprendido a
la Casa del Rey –dicen que no supieron nada de ello hasta el pasado
viernes-, ya que la íntima amiga del monarca presume de ser algo así
como una espía al servicio de España, lo que es el colmo de su idiotez,
salvo que con ello se esté amenazando al Rey y al Gobierno, como
diciendo que tiene información “clasificada para evitar que el juez
Castro del caso Urdangarin la llame a declarar.
No sabemos cual ha sido el pacto del diario El Mundo con Corinna para
conseguir esas declaraciones, pero el rotativo se ha cuidado mucho de
no poner el acento en lo único importante que anuncia la presunta
princesa, como lo relativo a su asesoría al Gobierno de España y sus
labores confidenciales o de espionaje, asuntos que el rotativo ha dejado
en segundo plano para presentar a la princesa como una “hermanita de la
Caridad” que quería ayudar a Iñaki Urdangarin,
a petición del Rey, al tiempo que declara que ella no se dejará
utilizar contra la Familia Real española (sic), cuando es ella la que ya
ha causado un daño ilimitado a dicha familia por entrometerse en el
matrimonio del monarca y también por despacharse con estas explosivas
declaraciones. Y aún falta por ver las comisiones que ha podido obtener
–y a través de quién o de qué empresarios de España, amigos del monarca-
por presuntas gestiones del Rey y del Gobierno, figurando en viaje
oficiales como se ha podido comprobar.
Lo cierto es que este episodio, en vísperas de la intervención
quirúrgica del Rey del próximo domingo para ser operado de una hernia de
columna vertebral, está acelerando las presiones de quienes hoy opinan
que el Rey debe abdicar a favor del Príncipe de Asturias, que no solo
emanan de Pere Esteve del PSC, sino que también se están agitando en el
seno del palacio de la Zarzuela, en medios cercanos a las dirección del
PSOE y del PP, así como en los más altos despachos del mundo financiero y
empresarial. Sobre todo porque se teme que estos episodios que han
salpicado al Rey con los casos de Urdangarin y de Corinna no son los
últimos, sino que existen otros más por salir, e incluso algunos que no
controlan -y puede que ni siquiera los conozcan- en el palacio de la
Zarzuela, como pronto se sabrá. (...)
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